Estás buscando una solución para relajarte y descansar, la sauna de vapor es la solución perfecta. Muchas veces, el estrés del trabajo, estudios y la vida en familia hace que el cuerpo necesite detenerse y tomarse un respiro. Entre los múltiples beneficios de la sauna encontramos:
- Aliviar el dolor
- Mejorar el rendimiento deportivo
- Reducir temporalmente los síntomas del resfriado
- Reducir los los niveles de estrés, consiguiendo una sensación de relajación y bienestar.
¿Te animas a instalar una sauna de tu casa?
La sauna de vapor es una tradición que nace en Escandinavia hace 2.000 años, ha ido invadiendo poco a poco nuestro país, institutos, gimnasios y centros de bienestar. Por otra parte, no podemos dejar de resaltar el creciente número de personas que no se han podido resistir a instalar una sauna de vapor en casa. Ya no tienes excusa para darte un baño de vapor en casa y disfrutar de los grandes beneficios que nos aporta.
¿De qué está compuesta una sauna?
Una sauna es una habitación en la que se toma un baño de vapor. En este lugar cerrado, se calientan piedras para la sauna en un recipiente y, una vez acumulado el calor en estas piedras, se vierte encima una gran cantidad de agua para producir una nube de calor.
Al contrario del hammam, o baño árabe, la sauna es seca y cuenta con una humedad entre el 3 y el 20%, consiguiendo así que las temperaturas sean más elevadas, de 80 a 90°C de media.
Las normas de uso de la sauna
En una sauna de vapor, la norma primordial es estar desnudo, puesto a que ropa o bañador dificultaría la evaporación del sudor y plantearía problemas de higiene. En cambio, se debe poner una toalla entre el banco y la piel para protegerse del calor y absorber la transpiración. Según las indicaciones de los expertos, una sesión de sauna debe durar entre la 1 hora y media y 2 horas, y debe contener de 2 a 3 fases.
Pasos a seguir en una sauna
Para empezar el aseo es muy importante para eliminar gérmenes y bacterias, por eso toma una ducha con jabón de los pies a la cabeza, se sugiere calentar el cuerpo, particularmente las extremidades, para evitar un choque térmico al entrar en la sauna, y limpiar la piel para facilitar la transpiración. Dado el fuerte calor que reina en una sauna, la pérdida de agua por transpiración puede ser superior a 1 litro por hora y la temperatura corporal puede subir hasta los 40°C. Para compensar esta deshidratación, es indispensable beber agua entre las entradas a cabina.
PRIMERO: Una vez que he hayas duchado y enjabonado, debes sentarte y procurar entrar en relajación. En la sauna la respiración se vuelve más profunda, el ritmo cardíaco y la circulación sanguínea se aceleran y los vasos sanguíneos se dilatan. Esta primera fase no debe exceder los 15 minutos, hay que ducharse de nuevo con agua tibia o fresca.
SEGUNDO: Deberemos sentarnos nuevamente en la sauna durante otros 15 minutos. Al salir, el protocolo es el mismo.
TERCERO: Recuerda que, en caso que sientas cansancio, deberás de interrumpirlo y salir de la sauna. Después de esta última sesión, se debe hacer un descanso de, al menos, 30 minutos.
Conoce los beneficios de una sauna de Vapor en nuestro último post.